En la última excursión que realizamos a Doñana, Paula y Jose vinieron y yo que iba con las ganas de ver a Sella, me llevé una gran decepción al saber que no había podido venir porque estaba enferma. Tenía algo que hacía que se le cayera el pelo, cosa que preocupó a sus dueños porque todavía no la habían podido llevar al veterinario y no sabían lo que tenía.
Después del viaje sus dueños la llevaron para hacerle unas pruebas, y tras esa visita se confirmó que lo que Sella tenía no se trataba del brote de sarna. Después de esto estuvo un tiempo de tratamiento y afortunadamente podré seguir jugando con ella.
Tranquila Silvia!! claro que podrás seguir jugando con ella, ya sabes que es incansable y que se lo pasa muy bien contigo! nos vemos en la próxima salida campestre.
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